domingo, 13 de mayo de 2012

LA LUZ DE TUS OJOS

Hueles a leche e inocencia,
a vida nueva, a página en blanco, a libro intonso,
a delicada bella mariposa que se despereza,
a flor que por vez primera exhibe color y forma;
y ofreces la fragancia de una ternura primigenia
que me acuna en un sueño perseguido y hallado.

Tu sonrisa es un despertar a la luz
que ilumina y hacer lucir mi conciencia.
Eres rocío nuevo,
el rocío que brilla perenne en tu mirada.
Refulgen tus ojos,
empapados del rocío matinal de tu vida nueva,
sedientos de formas y colores
que la luz define y precisa con pincel maestro.
Son vitrales ovalados por donde me asomo al amor y la vida;
mandorlas de lapislázuli oscuro de los que bebo tu agua fresca.

¡Y cómo te amo, pedacito de mí!
¡Y cómo te quiero, alma de mi alma!

Te contemplo cuando eres un sueño,
y en cada rasgo de tu carita veo,
veo una promesa de felicidad
que proteger y acompañar quiero.

Tus ojos, geodas de mar serena,
mecen a ritmo, de mi amor, la marea.
Son metáforas binarias de luz,
estrellas gemelares que marcan mi horizonte
y habrán de ceñir mis sendas.

Fluye tu belleza como una sinestesia
que salta de la piel a tu pelo,
de tu pelo a tus mejillas,
de tus mejillas a tus labios,
y de tus labios... ¡ay!,
de tus labios a esos ojos,
ojos que me han robado el sentido,
de modo que ya no soy mío,
sino que me has hecho tuyo.
Ojos de luz azul asomada al infinito.
Ojos de sol en su cénit al mediodía.

¡Y cómo te amo, pedacito de mí!
¡Y cómo te quiero, alma de mi alma!

La luz llega a tus ojos para arraigarse,
enamorada y prendida para siempre
en tus felinos laberintos de azur de ágata pulida.
Y de esa luz bebo y me alimento,
y en ella me regocijo,
y en ella me concentro,
buscando, de tu vida, el secreto,
buscando, de tu alma, el acertijo.

Y te miro.
Y me devuelves la mirada,
y me devuelves el sentido
de todo lo que hago,
de todo lo que siento,
de todo lo que soy y he sido.

¡Y cómo te amo, pedacito de mí!
¡Y cómo te quiero, alma de mi alma!
¡Y cómo te necesito, pues en ti
hallo un azul puro, hallo mi calma!