viernes, 16 de mayo de 2008

UN HOMBRE NUEVO PARA UN TIEMPO NUEVO

ESPERA DEL NUEVO HOMBRE

Hoy, más que nunca,
necesitamos un hombre nuevo,
que renazca de sus frías cenizas
como un fénix soberbio.
Un hombre que no ponga una cancela
tras la inevitable muerte,
que no se ampute su trascendencia
en una locura sin esperanza.
Un hombre que comprenda
que su ser es amor e inteligencia.
Un hombre que haga del respeto,
que haga del autoconocimiento
patrón, ideal, paradigma,
meta, fin, medio y concierto.
Un hombre que se ame a sí mismo
y ame el entorno único de la Naturaleza.
Un hombre nuevo que ame y entienda,
que estime el amor y la sabiduría.
Es la hora.

DEDICADO A DON JESÚS ROYO, QUERIDO AMIGO EN LA DISTANCIA.