jueves, 8 de abril de 2010

EL ÁRBOL DE NUESTRO AMOR

Apenas es nuestro amor un brote entre nuestras manos,
pero crecerá, y enraizará, y brotarán hojas, frutos y flor.
Y me pregunto: ¿Quién esta semilla en nosotros plantó?

Sara, somos la tierra de este árbol,
seamos para él agua y sol,
ofrezcámosle siempre lo mejor:
que nuestras miradas,
que nuestras sonrisas,
que nuestras caricias
sean su savia y su sustento.

Y este árbol sombra nos dará,
y en la tormenta nos protegerá,
y sus ramas por siempre serán
carne de nuestra carne, es más,
su madera será nuestro pilar
y en él nada nunca nos faltará.

Y su tronco crecerá alto y fuerte,
lleno de brotes a su alrededor,
y a su cobijo bendeciremos la suerte
que hizo fértil nuestro amor.

¡Y el tiempo pasará!
¡No le temamos!
El tiempo es la misma vida.
¡Construiremos un barco!
¡No ha de faltarnos madera!
¡Y navegaremos cauce abajo!
Por el río del tiempo,
por el río de la vida.

Apenas es nuestro amor un brote entre nuestras manos,
pero crecerá, y enraizará, y brotarán hojas, frutos y flor.
Y me pregunto: ¿Quién esta semilla en nosotros plantó?


A Sara, mi árbol, mi madera, mi raíz, mi hoja, mi fruto, mi flor.
A escasos días de nuestra unión.