lunes, 18 de febrero de 2008

EN UN DÍA DE LLUVIA...

LA LLUVIA EN MI MIRADA
(INTROSPECCIÓN Nº 3)

Hoy ha llovido,
una lluvia fina y persistente.
A través del cristal,
sentía que mi mirada
se volvía líquida,
limpia, pura, transparente.

Desearía ser agua de lluvia,
y descender a la tierra
en caída libre...
sin frenos, sin límites,
y mojar roca, arena y piedra,
en un beso de amor
que es fusión telúrica,
ritual que contempla el tiempo
desde su oscuridad primigenia.

Sí, ser gota de lluvia,
y renovar todos los colores,
y saciar la sed de los campos,
y limpiar la suciedad del mundo,
y empapar la piel de los hombres,
y toda pluma, todo pelo, todo pétalo.

“Antiguo es mi canto;
yo vi nacer al hombre,
desde entonces satisfago su sed,
desde entonces alimento su llanto.
Nazco en el cielo,
a la tierra caigo.
Soy don que mana en ciclo,
ciclo que engendra la vida,
vida que a mi torna
como rueda y salto”.

¡Y cómo me gustaría ser,
de tu canto, una nota!
¡Dejar esta vida humana
para ser toda vida, toda!

Hoy ha llovido, ha llovido
una lluvia fina y persistente,
que aún resuena en mi oído
y aún empapa mi mente.