viernes, 18 de abril de 2008

SIGNO DE NUESTRO TIEMPO

NOSCE TE IPSUM, Γνωθι Σεαυτόν

Anda este mundo,
están ahí, entre nosotros
–para nada os sorprendáis–,
una generación de analfabetos íntimos:
hombres capaces de leer el más abstruso tratado
o la publicación más irrelevante e insustancial,
pero absolutamente incapaces,
pero radicalmente incapaces de leerse ¡a sí mismos!
¡Y deambulan preguntándose por la causa de su infelicidad!
¡Y por las razones de su abisal insatisfacción!
¡Ah! ¡El venerable oráculo de Delfos en el olvido!
Caído en tierra como las ruinas del templo de Apolo,
aquél en que fuera formulada para el oído humano
aquella hermética respuesta de la apolínea pitia,
¡el mejor consejo jamás ofrecido por boca humana!

Es signo de nuestro tiempo:
Leerán el Universo, desconocerán su alma.