martes, 14 de julio de 2009

SONETO MONÓRRIMO DEL ALMA

Porque se lloraba a sí misma mi propia alma,
consumiéndose en aguas estériles y amargas;
porque mi ser entre los dedos se deshilachaba,
deshaciéndose en hilos sin urdimbre ni trama.

Y porque mis ojos ya no veían, sólo palpaban,
cegados por una negrura sin tregua ni calma;
porque desconocía ya por qué camino andaba
y mis pasos carecían de todo rumbo y llegada.

Porque llegaste, no, porque apareciste de la nada,
apenas una muchachita paseando por la playa,
apenas una esponja sedienta de sentirse amada.

Sí, por cada uno de estos mis versos yo te amara,
¡como ama la luz nueva a cada nueva mañana!,
porque eres mi sentido, mi destino, querida Sara.

lunes, 29 de junio de 2009

INTROSPECCIÓN Nº 8: METAPOÉTICA

No,
sabed,
no soy poeta.
Vaya por delante.
Sólo de tarde en tarde
los versos en mi alma brotan.
Son como flores que, libres, vuelan
o mariposas que para siempre se posan.
A veces llegan como un rayo en la tormenta,
otras veces caen como agua nueva en primavera.
Yo las llamo, ellas me encuentran,
y gustan de bailar un ritmo
que captura y fija mi esencia.
Las miro con cariño, sin prisas,
mientras caen lentas, como hojas secas.
¡Y qué delicia compartir con ellas mi tiempo,
contemplar sus escorzos y giros, sus vueltas y fintas,
ya sin resuello, ya serenas!
FRUTO DE VUESTRO FRUTO,
SEMILLA DE NUESTRA SEMILLA


Un día se marcharán
(o ya se han marchado)
tal como llegaron,
ligeros de equipaje,
y nos quedará una lágrima en los ojos,
nuestra memoria habitada de recuerdos,
y en el corazón, de gratitud, una melodía:
por tanto amor,
por tanta bondad,
por sus sabios consejos,
por su cálida compañía.
Pero su sangre seguirá fluyendo,
palpitando, brotando y corriendo
por nuestras venas,
y nuestra vida será su vida,
y su vida será nuestra vida.
Mas no os engañéis,
esa lágrima no será amarga,
será dulce como en la flor el néctar,
la flor que será el fruto de quien todo lo entrega.
¿Cómo olvidar lo inolvidable?
¿Cómo perder lo inalienable?
¿Cómo olvidaré nunca vuestros besos,
vuestras caricias y vuestro consejos?
Y si amabais al fruto de vuestro fruto,
amamos la semilla de nuestra semilla.
Y la vida sigue y sigue:
sí, todo está bien...
cuando la rueda gira y gira.

(A nuestros abuelos, tan lejos, tan cerca).

jueves, 26 de febrero de 2009

EL VUELO DEL VENCEJO

¡Cómo vuela el vencejo en el cielo!
¡Cómo teje del capricho mil formas!
¡Cómo modelan sus alas el viento!
¡Qué familiar su silueta sin sombras!

Gira y gira gritando su libertad,
y traza tornos, tornando otra vez,
delicado tornado que nunca cesa,
retornando a girar, girar y girar.

Su vuelo es viva línea libérrima,
el puro placer de volar y volar,
y en cada giro escribe sin tinta
cuánto ama su natural libertad.

¡Cómo vuela el vencejo en el cielo!
Hace de la libertad su solo alimento,
ave de perenne voluntad de vuelo,
ser-sed de aire y eterno movimiento.

¡Cómo teje del capricho mil formas!
Es puro dinamismo en perpetuo juego,
fina geometría sin cadenas ni hormas,
es velocidad desatada, invisible fuego.

¡Cómo modelan sus alas el viento!
Es delicado torbellino desencadenado,
forma fugaz que persigue un sueño:
volar, flotar, volar sin destino ni hado.

¡Qué familiar su silueta sin sombra!
Es vértigo que palpita en la altura,
rapaz saeta sin blanco que, sonora,
vientos, nubes, cielos, aires surca.

Vuela el vencejo de mi pensamiento,
y son sus anchos cielos mi alma;
en sus alas el viento de mi palabra,
su ansia de volar y volar sin freno.

¡Cómo vuela el vencejo en el cielo!
Baten fuertes en mi alma sus alas,
su libertad resume mi pensamiento,
mi vida ansía ser su perenne vuelo.