viernes, 10 de junio de 2011

RIETE DE LO QUE NI TOCAS

Dices de mi verso que es muy mediocre;
dices que dices... ¡va!, que nada dices;
dices que no es dorado, que es ocre;
dices que dices... ¡va!, que te desdices:
pues, tú, si mi verso es ocre y mediocre,
¿por qué lo lees? ¿por que de él maldices?

Hoc, tempus stultorum est

viernes, 3 de junio de 2011

MEMORIA, CARIÑO Y AGRADECIMIENTO

Aunque apresuradamente, quiero dejar aquí unas sencillas palabras a todos los alumnos y padres que me han hecho llegar su cariño y reconocimiento (y más vale tarde que nunca en algunos casos, ¿verdad, chicos?): mediante la conversación en persona, una llamadita telefónica, un correo electrónico o un mensaje en este blog de poesía. El Tiempo deja a cada uno en su sitio, y vosotros, no sabéis lo que os lo agradezco, me dejaréis en el mío (sí, aunque no queramos, todos somos instrumentos del Tiempo, con mayúsculas). Quiero que sintáis el cariño que os guardo y el agradecimiento que os ofrezco. Padres, alumnos y algunos compañeros fueron lo mejor de mi etapa en el Cambridge. Todo empieza, todo acaba, menos lo que no tiene principio ni final. Quiero escribiros algo pronto, unos versillos de nada, poca cosa, pero sentidos, eso sí. Quedáis en mi memoria y en mis sentimientos. Yo sigo buscando otros mares donde hundir mis remos con buen timón (¿se nota que fui vuestro profe de Lengua y Literatura Española? ¡Con metáforas os tenía que salir!). Jose.

miércoles, 1 de junio de 2011

BAJO LA INMENSA CÚPULA DEL CIELO
INTROSPECCIÓN Nº 10


Bajo la inmensa cúpula del cielo
perderá una noche su sentido
mi alma, disipada mi conciencia
como nieve primaveral en deshielo.

Miraré fijamente las estrellas
que me contemplan lejanas,
ajenas a mi breve pequeñez.
¡Minúsculas, bellas centellas!

Su sutil luz arderá en mis ojos
dibujando un radiante túnel
que me atraerá y me atrapará,
hambriento de mis despojos.

Y en el fin yo hallaré mi inicio,
fundido en una rima perfecta;
y seré uno con la Esencia Eterna
que me muestra rostro propicio.

Y he de trascender esta sed de sal
y esta hosca hambre de carne ahíta,
en la busca de un horizonte nuevo,
harto de una de arena y otra de cal.

Mientras tanto acuno este vivo anhelo,
este deseo, esta ansia, este vivo afán
con mano trémula y cadencia desigual
bajo la inmensa cúpula del cielo...


(A Miguel Ángel Vives, por su entrañable amistad)